Kanji DoMi Maestro nunca se cansa de repetir que lo importante del aikido no es la defensa, sino el aplicar las enseñanzas de este arte a la vida real. El Maestro, como su nombre bien indica, tiene razón, y ese concepto en un principio abstracto va tomando forma con el paso del tiempo.

Un día empezamos a entender que el aikido es en verdad la representación de algo mucho más complejo, mucho más grande, que nos muestra lo lento que es el aprendizaje, lo duro que es. Lo necesaria que es la fuerza de voluntad y el coraje para seguir siempre adelante. Que hay cosas que por mucho que te expliquen una y mil veces sólo puedes aprender tú mismo cuando llega tu momento. Que es gratificante ayudar a los demás. Que por mucho que sepamos, siempre queda algo por aprender.

El aikido enseña paciencia, constancia, perseverancia y valor para enfrentarnos a todo. El aikido es el camino.