Muchas veces cometemos el error de buscar en los demás lo que no encontramos en nosotros mismos. Esta actitud se refleja inevitablemente en nuestra forma de entender y practicar aikido. Nos empeñamos en buscar la aprobación de los sempais y su reconocimiento a la hora de medir un progreso que muchas veces no somos capaces de ver debido a las limitaciones que nos autoimponemos.
Son nuestras propias inseguridades las que nos lastran a la hora de crecer, y para poder ser conscientes de nuestras mejoras, lo que asímismo nos dará la fuerza necesaria para seguir mejorando, tenemos que afrontar la práctica con una actitud positiva, confiando en nosotros mismos, en nuestra capacidad para aprender e interiorizar los detalles de este bello y complejo arte marcial.
Cuando uno lucha contra uno mismo siempre pierde. Es vital para nuestro desarrollo como aikidokas y como personas dejar pasar esos pensamientos que nos hacen dudar de nuestras cualidades y que nos impiden avanzar al igual que dejamos de luchar contra la fuerza del oponente y creernos de una vez por todas que el conocimiento está también a nuestro alcance.
Así que la próxima vez que alguien me pregunte si es cierto que el aikido no vale “ni pa’ tomar por culo”, contestaré con la cabeza bien alta y una sonrisa en los labios.
Muy interesante. Gracias por iluminarnos poco a poco con tu sabiduría Maesro.
Yo? Si ha sido Paula! Gracias a ella
Bonito, pensaré sobre ello cuando alguien me ignore y me duela. En el aikido y en la vida. Gracias.
Muy bien Pauli, de acuerdo contigo 100%.Considero al Aikido, ya no so un arte marcial, sino una manera de vivif y de afrontar las cosas que nos depara el destino. Un bs y gracias de nuevo