Es un hecho que lo de pagar es un coñazo… entonces ¿por qué pagar por una licencia?. Esta es una pregunta que me han realizado diversos alumnos en cierto período de tiempo no muy largo, así que supongo que será la maldita crisis que nos acucia ya desde hace mucho tiempo.

Vamos a ver, se me ocurren diversos motivos – otra cosa es que os convenzan, claro – por los que debemos hacer el esfuerzo de pagar el precio de 55 € anuales (60 € si eres cinto negro) por una licencia deportiva de Aikikai – España. Os aseguro que el precio no es elevado si lo comparamos con otras licencias y con las cuotas de examen que se pagan por cada uno de los grados, kyu y dan, obtenidos en otras AAMM (lo del afán recaudatorio unido al otorgamiento de grados en muchas AAMM actuales, de las que no me  atrevo a excluir ni siquiera a nosotros mismo, da mucho juego como para pararnos en ello aquí).

La verdad es que lo que primero que debemos saber es para qué sirve nuestra licencia..

Veamos, del importe que abonamos por ella va incluída una parte que nos da derecho a la asistencia médica, de urgencia o no, en los centros concertados con FIATC en el caso de sufrir alguna lesión por accidente durante nuestro entrenamiento. Proporcionároslo es una obligación legal mía y de nuestra asociación, pero debemos ser solidarios y no hacer un uso abusivo de ella. Es decir, emplearla cuando realmente hemos sufrido una lesión durante nuestra práctica, no porque nos duela el codo o la rodilla por una mala posición al dormir, sino porque verdaderamente haya sido una accidente durante la práctica del aikido la que nos haya provocado esa lesión. Para esos otros dolores ya tenemos la Seguridad Social, o seguros privados quien los tuviere, porque si no acudimos a ella para la contingencias habituales de nuestra salud, nuestros seguros se van a encarecer mucho y luego diremos que porqué es tan caro todo.

El importe restante sirve para apoyar las actividades y la compra de material de Aikikai – España. Debemos tener en cuenta que, de todos los cursos anuales que se imparten, sólo uno o dos no resultan deficitarios económicamente hablado, por lo que de algún lado debe salir el importe para cubrir los alquileres de los pabellones, el tatami empleado, los honorarios de los maestros, su alojamiento, manutención, etcétera. Sí, ya sé que los cursos no son gratuitos y que incluso en algunos casos incluso son bastante caros, pero me gustaría que echarais un vistazo a algunos eventos de otras artes marciales y vierais los precios en los que se mueven para poder tener una visión más justa y de conjunto.

Además, como el cotarro está así montado, esas mismas licencias serán necesarias para poder examinarnos posteriormente de grados superiores. Sabéis todos lo que opino de los grados y de los exámenes, pero mientras no tomemos nosotros las decisiones deberemos acatar las tomadas por la mayoría del grupo al que pertenecemos o no pertenecer al mismo.

Y ahora nos surge otra pregunta: ¿es obligatorio pagar la licencia anual? Porque claro, yo ya tengo mi seguro privado y además no tengo previsto ir a ningún curso por el resto de mi existencia ni examinarme nunca jamás de grado alguno.

Aquí podemos ya os podría aludir a diversas razones, desde la solidaridad con el resto de compañeros que pagan religiosamente sus cuotas, hasta el conocido Artículo 33. Cualquier organización del mundo, deportiva o no, exige el pago de unas determinadas cuotas para su mantenimiento, incluso nuestra pequeña Asociación Deportiva Elemental – Aikido Shoshinshakai lo hace.

Otras cosa es, naturalmente, que veamos y podamos comprobar un mal uso o abuso del dinero de todos, cosa que moralmente no justifica la negativa a pagar por un bien común, sino que realmente obliga a la denuncia de las situaciones irregulares, si las hubiere, y encontrar el modo de hacerlas desaparecer.

Así pues, dicho todo esto, ¿son mucho pedir los 4,58 € mensuales? Yo creo que no, pero bueno, como dijo el torero «Hay gente pa tó». No obstante, y debido a que en este sentido no somos una democracia, os rogaría la planificación del pago anual de la licencia como algo natural en vuestras maltrechas economías. Por supuesto, nuestro club y yo mismo estamos abiertos a que cualquier practicante del club con problemas de tipo económico nos lo comunique en privado y busquemos una solución para poder ayudarle en su práctica del aikido. Para eso fue creada la asociación.