Hola a todos, escribo esta entrada en el blog del club para contar la experiencia que pude compartir con mis compañeros en el curso de Pedro Bernardo (Ávila). La verdad es que es toda una experiencia  con su «cara» y su «cruz»: la cara, los compañeros, los lugares y la experiencia obtenida durante todo el curso, la cruz los nervios, el calor y la fatiga.

De los lugares, qué puedo decir, tanto Pedro Bernardo como Lanzahita son dos pueblos increíbles y que os recomiendo visitéis si tenéis la posibilidad. De los compañeros, agradecer a todos y cada uno de ellos (tanto los que estuvieron en el curso como a los que se acercaron para darnos ánimos), muchas, muchas gracias.

Bueno, bueno, quién lo me iba a decir que después de 5 años practicando Aikido me iba a decidir a realizar el examen de Shodan… Tomar esa decisión me ha costado más de lo que creéis, ya que el concepto que tiene nuestra escuela sobre los exámenes difiere un poco al de muchas de las escuelas de la asociación, tal vez porque la filosofía que nos han inculcado sobre el Aikido está basada en el trabajo diario y la asistencia a las clases y cursos más que en la realización de unos exámenes.

Realizar el examen de Shodan resulta toda una nueva experiencia, y aunque personalmente no había realizado ningún examen de shodan ya había asistido a unos cuantos cursos de preparación para 1º y 2º Dan y a exámenes de compañeros ¿verdad Iván? Hago memoria y balance de estos 5 últimos años y recuerdo momentos buenos, malos, duros y muy muy duros, recuerdo a muchos compañeros con los que empecé y que por unos motivos u otros ya no practican, y a mis sempais que me animaban cada vez que realizaba alguna técnica mal (mas bien todas) y que tenían una paciencia infinita conmigo (Iván, Colibrí, Juanjo, Borja, etc…) a mi hermano Paco por descubrirme el Akido, obligándome durante todo un año a asistir a clase para hacer bulto en el tatami (increíble pero cierto, los principios siempre fueron duros <:) .

También recuerdo momentos muy, muy duros cuando trabajaba viajando por toda España, recuerdo que me levantaba 4:00 A.M., viajaba hasta Barcelona, montaba 10 servidores y volvía a casa a las 20:30, cogía mi keikogi y mis armas y a las 21:00 P.M. estaba en clase, a las 22:30 acabábamos y al día siguiente otra vez a las 4:00 A.M., dirección Cádiz… Cuando hago balance de estos últimos años y recuerdo todos esos momentos realmente duros, aparece en mi cara una sonrisilla y me acuerdo de la frase que dice  «La mayor victoria es la que se tiene sobre uno mismo». Cuando empecé este viaje nunca  pensé que llegaría hasta aquí, pero con esfuerzo y disciplina he podido romper muchas barreras, y espero que esto continúe durante muuuucho tiempo (si la salud nos lo permite). Sólo puedo decir que el Aikido me ha aportado muchísimo, tanto a nivel personal como a nivel laboral más de lo que la gente cree, y esa ha sido una de las barreras que he podido romper. Sacar un pedacito de la esencia de este maravilloso arte marcial, integrarlo a mi vida cotidiana y ver resultados es algo que no podía ni imaginar, pero ver que esto es posible me ha hecho cambiar mi forma de ver y entender el Aikido y todo lo que me puede aportar.

Sobre los exámenes solo puedo deciros que os animo a realizarlos no como un tramite que debemos pasar para obtener un grado, sino como una experiencia o vivencia que nos puede aportar mucho para poder entender un poquito mas lo que es el Aikido: etiqueta, técnica, disciplina, limpieza, esfuerzo todo eso y mucho más es Aikido, por eso yo mismo he cambiado mi forma de pensar sobre los exámenes (esto es sólo es mi opinión personal y mi forma de sacar lo positivo de los exámenes, aunque sé que también hay compañeros que creo que no estarán totalmente de acuerdo, ¿vedad Borja?).

No quiero ponerme mas filosófico ni soltaros más rollo del que os he soltado. Si queréis más información sobre los exámenes siempre podréis preguntar a vuestros Sempais o al «Maestro», ya que ellos tienen la obligación de explicaros y guiaros en todas vuestras dudas, recordad que cuando creáis que no podéis realizar alguna acción tanto física como mental, os enfrentáis a ella y la vencéis, también es Aikido, y la satisfacción que lográis es mayor y más placentera que la de vencer a otra persona, os lo aseguro. Yo siempre tengo en mente esta frase:

«La mayor de las victorias es la que se tiene sobre uno mismo».

AAAAAHHHH, maestro, se me olvidaba: 3 de 3, un 100%, no lo está haciendo nada mal, no señor.  <:)

Muchas gracias Carol por la paciencia el apoyo y el respeto que me has dado cada vez que el aikido ha superado la «delgada línea roja» <:).

Un saludo.

Richard (un compañero).