This entry is part 5 of 7 in the series Libro Aikido por Tamura Nobuyoshi

Para aquellos pocos que leeís este blog, simplemente deciros que la importancia de este capítulo me parece primordial a la hora de empezar a comprender cómo debe ser ejecutado vuestro entrenamiento diario y la actitud adecuada a mantener durante la práctica. Os lo dejo aquí para que podáis pensar en ello.

Alguno de vosotros me ha pedido que os entregue directamente el libro completo; desde luego no tengo ningún inconveniente, pero pienso que también, dado que es un libro para pensar en lo que se está leyendo y luego tratar de llevarlo a la práctica cotidiana, puede ser muy interesante estas pequeñas y espaciadas entregas de forma que se asimile su contenido y así obtener todos los matices que posee en sus líneas . No obstante si alguno está interesado en todo el libro completo, no tiene más que decírmelo.

Keiko

Ahora, después de haber hablado del dojo y de la actitud a respetar en el dojo, abordemos keiko.

Keiko ha sido traducido por entrenamiento, Para nosotros, japoneses, keiko contiene en si renshu, tan ren y remma.

  • REN significa modelar, trabajar la materia.
  • SHU: aprender.

Esto es, aprender mientras se modele incansablemente.

  • TAN; para el herrero es batir, martillar el hierro y templarlo.

A “entrenamiento” se agregan pues las ideas de forjar, fortificar, disciplinar, transmutar; si lo preferís, un entrenamiento extremadamente sincero.

  • REMMA; ma: pulir como con un diamante, pasar de lo más basto a lo más fino.

Agreguemos a tanren y remma esta noción que nos empuja a hacer cien veces lo que otra persona hace diez y mil veces lo que otra hace cien.

El conjunto de este trabajo es keiko. Sin embargo, el sentido original de keiko es el de reflexionar y meditar sobre las tradiciones, los tiempos antiguos, las cosas de antaño, también sobre la educación de entonces, las artes, el arte marcial, los creadores de escuelas. Esos creadores que han trabajado día y noche, y que en el caso del arte marcial han sobrepasado la noción de la vida o de la muerte. Es también, el estudiar sus técnicas o lo que nos haya llegado, ya sean los kata, ya sean los métodos de entrenamiento. De todas maneras, de aquello queda algo. Y es repetir, repetir para comprender por el cuerpo, para llegar al mismo nivel y al mismo estado que el Creador. Al practicar así se le llama keiko.

Se dice, que el pescador o el indio pueden ver con sus ojos en la lejanía lo que otra persona no puede ver sino con gemelos. Así, el Creador ve lo que para nosotros es invisible. Años de práctica nos son necesarios para comenzar a distinguir lo que ve el Creador. Los pequeños detalles juzgados sin importancia deben ser retenidos; un pequeño gesto, un movimiento sin importancia encierra en si la Esencia. El sentido oculto de las cosas está escondido en esas minucias.

Es pues esencial para el maestro el hacer respetar como para el alumno el respetar la enseñanza tal y como ha sido transmitida. Es preferible ser severo antes que demasiado complaciente. Ésta es la verdadera educación.

En Japón tenemos un proverbio que dice: “Para comprender las cosas nuevas, es necesario cultivar y hacer presentes las antiguas”. Os pido que reflexionéis bien sobre él.

Existen actualmente una gran cantidad de artes marciales que aparecen un poco como las setas después de la lluvia; lo que prueba que debe de haber un error en algún sitio. Trabajad pues las técnicas que han subsistido a través del tiempo, aquellas que nos han sido legadas, vuestro cuerpo y vuestro espíritu serán pulidos por y a causa de esta práctica. Conoceremos así el camino. Esto mismo es keiko.

Antes de keiko, os laváis las manos y los pies y os cortáis las uñas. Vuestro keikogi está limpio y si se ha roto lo habéis cosido; lo lleváis correctamente. Esto constituye ya una exacta preparación del cuerpo y del espíritu. El respeto de estos pequeños detalles prepara al keiko. Esta práctica, en el dojo, se llama dojo geiko.

Un mismo espíritu, un mismo sentido en el trabajo, aplicado tanto al exterior como a la batalla, se llama yagai geiko.

El periodo de entrenamiento de una semana o diez días, durante los grandes fríos del invierno se llama kan geiko; durante los más grandes calores del verano shochu geiko.

Se habla de godo geiko cuando varios clubes se congregan para trabajar juntos.

Gashuku geiko es comer juntos, dormir juntos, vivir juntos.

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